La Sección Segunda de la Audiencia Provincial juzga este viernes a un joven de 19 años para quien la Fiscalía solicita nueve años de prisión por un supuesto delito de abuso sexual a una menor de 14 años en Palma. Según el escrito del fiscal, el acusado, de nacionalidad ecuatoriana concertó una cita con la menor, a la que había conocido a través de Instagram, en la casa de la chica.
El acusado, de 19 años, ha reconocido este jueves durante el juicio que mantuvieron relaciones, pero ha defendido que no la forzó a ello y que la chica no opuso ni manifestó resistencia. Así lo ha expresado durante el interrogatorio en el juicio que está teniendo lugar en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial. Los relatos del acusado y de la víctima coinciden en que se conocieron en Instagram, que estuvieron hablando unos días y que se citaron en la casa de la menor -cuya dirección le facilitó ella misma-, donde mantuvieron relaciones.
Sin embargo, la menor sostiene que el acusado la empujó y la comenzó a desnudar, ante lo que ella intentó apartarle. La menor ha declarado que le dijo que quería parar y que no quería hacerlo, pero que él le dijo que "no era para tanto" y que era "una quejica".
Por su parte, el acusado ha apuntado a que las relaciones fueron consentidas, aunque no expresamente. A preguntas de la Fiscalía ha reconocido que la menor no le dijo expresamente que quisiera tener relaciones pero "por las circunstancias" entendió que sí.
Según la versión del acusado, la menor ni se negó ni puso resistencia "en ningún momento". El chico ha asegurado que días después de los hechos ella le escribía insistentemente por redes sociales y que él la bloqueó y comenzó a "pasar de ella". Entonces comenzó a recibir llamadas de otro número que imaginó que eran de la menor.
En este sentido, la joven ha declarado que quien realizó esas llamadas fue su madre, después de enterarse de lo ocurrido. La menor se lo había contado a su cuidadora y ésta había alertado a la madre.
La Fiscalía solicita nueve años de cárcel por un delito de abusos sexuales, una orden de alejamiento de 500 metros y de incomunicación durante siete años, así como siete años de libertad vigilada. Igualmente, pide que indemnice al representante legal de la menor con 4.000 euros por los daños morales ocasionados.
LA FISCALÍA NIEGA QUE HUBIERA CONSENTIMIENTO
La Fiscalía ha mantenido la acusación contra el joven juzgado por abusos sexuales a una menor a la que conoció por Instagram al dar "plena credibilidad" al testimonio de la víctima.
Durante las conclusiones del juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, el Ministerio Público ha mantenido la petición de una condena de nueve años de prisión.
La fiscal cree que "concurren todos los elementos para darle plena credibilidad a la declaración de la víctima" en cuanto a la falta de consentimiento para mantener relaciones sexuales.
La representante del Ministerio Fiscal ha recordado que este tipo de delitos se cometen "en soledad" y "se aprovecha precisamente la soledad de la menor". Por ello, la Fiscalía ha recalcado que la joven dijo que no quería tener relaciones y que el acusado "hizo caso omiso".
En esta línea, la Fiscalía considera que la menor pudo vivir una "situación de miedo y de 'shock'" y ha destacado que la declaración del acusado se ha basado en conversaciones digitales en redes sociales que ha borrado.
Por su parte, el abogado de la defensa ha hecho hincapié en la "poca prueba" de la causa y ha argumentado que precisamente esos mensajes borrados "defienden" al acusado "en lugar de incriminarle".
Según la versión del joven, en dichos mensajes la víctima le manifestaba que quería volver a tener relaciones. Por ello, el letrado considera acreditado que las relaciones fueron consentidas. Así, ha solicitado una sentencia absolutoria, y de forma subsidiaria, que en caso de resultar condenado se tenga en cuenta la poca diferencia de edad entre ambos.