Las pernoctaciones en apartamentos turísticos se desploman un 83 por ciento en marzo en Baleares debido al impacto de la crisis del coronavirus.
Las pernoctaciones en apartamentos turísticos se hundieron un 82,9 por ciento en Baleares durante marzo por la crisis del coronavirus y la suspensión de actividades en estos establecimientos, según los datos provisionales publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según las encuestas de ocupación en alojamientos turísticos extrahoteleros, en Baleares se registraron en marzo 9.851 pernoctaciones, lejos de las 57.610 que se produjeron en marzo de 2019. Por su parte, la cifra de viajeros alojados en estos apartamentos se desplomó un 90 por ciento al pasar de 9.465 personas a 938.
La caída en la llegada de viajeros a los apartamentos turísticos de las Islas fue mayor entre los españoles (que pasaron de 2.337 a sólo 64, una bajada del 97,2 por ciento) que los viajeros extranjeros (donde el descenso es del 87 por ciento, con 874 viajeros frente a los más de 7.000 del año pasado).
Con todo, la estancia media de estos viajeros se alargó en más de cuatro días, hasta los diez días y medio.
A pesar de estos fuertes descensos, Baleares es la región donde los apartamentos turísticos mantuvieron un mayor grado de ocupación, del 46 por ciento de las plazas y del 71,8 por ciento de los apartamentos (con una amplia diferencia sobre la segunda Comunidad con más ocupación de apartamentos, Madrid, del 58,8 por ciento).
Cabe señalar que la cifra de establecimientos abiertos en la Comunidad bajó en casi 1.300 apartamentos de un año a otro, con una diferencia de cerca de 4.800 plazas: Estadística abierta que estaban abiertos 292 apartamentos con 690 plazas. En consecuencia, el número de personal empleado también descendió de forma importante, un 89,7 por ciento, al pasar de 566 trabajadores a sólo 58.
ALOJAMIENTOS DE TURISMO RURAL
Por su parte, los alojamientos de turismo rural de Baleares sufrieron una caída interanual del 74 por ciento en las pernoctaciones, al pasar de 48.740 el año pasado a 12.659 este marzo. La mayor parte (10.993) corresponden a extranjeros.
Igualmente, la cifra de viajeros alojados en estos establecimientos se hundió un 76,8 por ciento en la Comunidad, desde los 15.034 hasta los 3.488 en marzo de 2020.
Con todo, la estancia media aumentó unas cuatro décimas, hasta los 3,63 días.
Estadística estima que permanecieron abiertos 116 alojamientos de turismo rural en Baleares, menos de la mitad de los que había el año pasado. Representan 2.442 plazas, casi 3.100 menos que en marzo de 2019.
El grado de ocupación empeoró, situándose en un 16,7 por ciento de las plazas y un 22,1 por ciento de las habitaciones, con un comportamiento ligeramente mejor en fin de semana. El personal empleado bajó en unas 500 personas, hasta los 1.013 trabajadores.
De los 3.488 viajeros alojados en establecimiento de turismo rural, 1.492 optaron por la modalidad casa rural (1.020 extranjeros y 472 españoles), donde realizaron un total de 3.668 pernoctaciones, con una estancia media de 2,46 días. El grado de ocupación en las casas rurales fue inferior al 15 por ciento en la Comunidad.
Según los datos del INE, los precios del turismo rural bajaron un 4,6 por ciento en Baleares durante marzo, al contrario que en el conjunto del Estado, donde subieron un 1,45 por ciento.
IMPACTO DEL COVID-19 EN LA RECOGIDA DE DATOS
En toda España, las pernoctaciones realizadas en alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, campings, alojamientos de turismo rural y albergues) se desplomaron un 63,2 por ciento en marzo en relación al mismo mes de 2019.
Las pernoctaciones en apartamentos turísticos españoles se desplomaron un 65,5 por ciento en marzo en relación al mismo mes de 2019; las pernoctaciones en campings bajaron un 50,9 por ciento; las realizadas en alojamientos de turismo rural se hundieron un 76 por ciento, y las efectuadas en albergues cayeron un 62,9 por ciento.
Estadística recuerda que una orden del 19 de marzo que desarrollaba lo establecido en el primer decreto del estado de alarma determinó la suspensión de apertura al público de todos los hoteles y alojamientos turísticos y otros alojamientos de corta estancia, campings, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares, ubicados en cualquier parte del territorio nacional.
Así, a partir del 19 de marzo, los alojamientos turísticos fueron cerrando progresivamente, quedando completamente suspendida su actividad el 26 de marzo.
El INE explica que el cierre de establecimientos extrahoteleros ha generado "un problema sin precedentes" en el ámbito de la recogida de datos. La mayor parte de este proceso tuvo lugar durante la primera quincena de abril, cuando los establecimientos ya estaban cerrados al público y no tenían a disposición, generalmente, servicios a los que acudir para solicitar la información estadística.
"Estos hechos han obstaculizado especialmente la recogida de información de este mes, observándose una reducción de la tasa de respuesta", ha apuntado el INE que, en todo caso, ha considerado que los datos a nivel nacional y por comunidades autónomas tienen calidad suficiente para su difusión.