Paz comercial a cambio del freno a Marratxí
lunes 05 de mayo de 2014, 18:22h
El acuerdo final para hacer posible la nueva Ley de Comercio puede sintetizarse en un acuerdo de los diferentes sectores implicados (grandes superficies y pequeños y medianos comercios) a cambio de que el Govern haya impedido que Marratxí alcanzase la consideración de Zona de Gran Afluencia Turística, lo cual hubiera supuesto, en la práctica, barra libre para este municipio en materia de festivos y de horarios comerciales.
El Consolat y la Conselleria de Economía y Comercio han jugado sus cartas con habilidad. Al final se llega a los 16 festivos abiertos en todo el ámbito balear, alrededor de una cuarta parte de todas las fiestas del año. Los grandes aceptan porque aumenta de forma importante sus posibilidades de negocio y los pequeños también porque, al fin y al cabo, habrá cierre un 75% de los festivos del año, lo cual no es poco en el actual ambiente de empuje de las grandes superficies.
Pero lo fundamental es que hay satisfacción entre ambos intereses en parte enfrentados porque Marratxí ha plegado velas, comenzando por su propio Ayuntamiento. Ha quedado demostrado que era el tapón que impedía el pacto. i Marratxí hubiera tenido libertad prácticamente absoluta, detrás habría venido indefectiblemente todo el Ensache y la periferia de Palma, uniéndose al Casco Antiguo en la libertad comercial.
El proceso era imparable, pero en medio de la indignación del pequeño comercio, una amplísima red de empresarios que habrían causado muchísima tensión política traducida al ámbito económico. l cierre de comercios atenta directamente a la política de empleo. Era demasiado peligroso. El Govern ha optado por la solución más pragmáica: Marratxí da marcha atrás, de manera irreversible y llega la calma que necesita la nueva Ley. La figura de la Zona de Gran Afluencia Turística ha recibido un golpe mortal.