Una más. La última empresa en sumarse al éxodo de Catalunya ha sido Pastas Gallo, que ha decidido trasladar su sede social de Granollers (Barcelona) a El Carpio (Córdoba).
En dicho municipio se encuentra su mayor fábrica.
Con esta medida, la empresa de alimentación busca "operar en un ambiente de estabilidad", además de "garantizar la seguridad jurídica y los intereses de los consumidores, clientes, empleados y accionistas".