Basura, según la R.A.E., es un “conjunto de desperdicios”. La verdad es que cuando pensaba en el título de este artículo, tenía en la mente el de 'Parot, asesino', pero la verdad es que me convence mucho más la definición de basura para este tipo, porque lo de asesino es una barrera que la traspasó muy rápido.
Condenado por 39 asesinatos, se sospecha de la participación suya en otros 50 más. Hay que recordar que en España quedan todavía sin resolver 350 casos de asesinatos de ETA. Pasó de una condena de 4.700 años de cárcel a 39 años por el resultado de una doctrina jurídica a la cual se le dio su nombre. Entre sus victimas, 5 niñas en la casa cuartel de Zaragoza, chóferes, mujeres y todo aquel que no estuviera de acuerdo con sus 'ideales'. Tiro en la nuca, rematar en el suelo y bombas de todo tipo eran su 'valiente' forma de trabajar y, por supuesto, nunca pidió perdón alguno.
Cuando lo detuvieron con un coche cargado de explosivos dispuesto para otro gran atentado, le dijo a la policía: “Soy de ETA, no me peguéis”, porque, sencillamente, cara a acara es un total cobarde desgraciado.
El grupo que apoyaba hace unos días un homenaje a esta cosa tiene a un Coordinador que se llama Joseba Azkarraga, el cual fue Consejero del Gobierno Vasco, detalle que no debe quedar al margen en esta infame historia.
He estado buscando en otros casos de asesinos en serie a ver si les habían hecho algún tipo de homenaje en su pueblo: Alfredo Galán, 'el asesino de la baraja', 6 asesinatos, natural de Puertollano; Manuel Delgado Villegas, 'el arropiero', 47 asesinatos, de Sevilla; Francisco García Escalero, 'el matamendigos', 11 asesinatos, de Madrid; José Antonio Rodríguez Vega, 'el mataviejas', 16 asesinatos, de Santander.
Ya ven que hay asesinos de toda la geografía española y a ninguno de sus pueblos se les ha ocurrido lo del 'homenaje'. Por cierto, todos ellos con menos victimas que el desgraciado de Parot. A nivel mundial, tampoco se lleva esta costumbre. Charles Manson no tiene homenaje o Ted Bundy, con sus 30 asesinatos, se ha quedado también sin fiesta en su pueblo de Burlington, en Vermont. Seguramente te echarían a patadas si se te ocurriera tal idea.
En cuanto a la controversia ocasionada entre los partidos políticos, no pienso entrar, no por nada en particular, sino porque esto va de un asesino, y en este artículo sólo he querido reflejar quién era, porque la memoria es un muy frágil y el desconocimiento en España asusta. Por mi parte, el día que vea su necrológica en un diario, porque, como es lógico, a todos nos llega el final, seguiré con mi café y les aseguro que igual me sabrá mejor.