En una intervención en el programa sociosanitario Salut i Força, el médico propone un uso moderado del Palo para paliar los efectos del virus. Hace años, la quinina era el principal compuesto empleado en el tratamiento de la malaria hasta que fue sustituido por otros medicamentos sintéticos más eficaces, aunque aún hoy en día se emplea para combatir este enfermedad cuando se hace resistente.
Hasta que se encuentre una vacuna, la lucha contra el coronavirus se basa también en el empleo de medicamentos empleados para otras dolencias contagiosas. Y de ahí el razonamiento del doctor Timoner, quien considera que "atendiendo a la localización geográfica de Mallorca y atendiendo a las restricciones para la utilización de un medicamento que parece de los más utiles y que se está reservando para los pacientes en situaciones de mayor gravedad, pienso que podríamos utilizar -aplicando la lógica, no la ciencia, sino la logica- algo que es de dispensación libre, no en las farmacias sino en las tiendas de licores, como es el conocido Palo mallorquin".