Se dice que no somos conscientes de lo que tenemos hasta que no lo hemos perdido. Ojalá nunca tengamos que hacer este lamento con la Palma boat show.
Bien somos conscientes en Mallorca de lo privilegiada que es nuestra isla, sin embargo, en demasiadas ocasiones no luchamos para reivindicar todas sus potencialidades e incluso a veces hay quienes quieren cargarse la gallina de los huevos de oro.
La Palma boat show que se celebra esta semana es un escaparate a todo el mundo de Mallorca como destino náutico y como mercado emisor puntero. Sin duda, un sector que es de imperiosa necesidad cuidar.
Quien piensa que esta feria está destinada a bolsillos acaudalados yerra. Como no, es lógico que en ella se exhiban yates cuyo valor de mercado superan los 10 millones de euros, pero también se encuentran cientos de stands cuyos productos son accesibles a todos los bolsillos. Incluso se encuentran paradas de productos que, aún estando relacionados con la náutica, pueden ser disfrutados por quien no posee ninguna embarcación.
Y si alguien no quiere comprar tampoco es problema. Pasear por el muelle que forma el recinto es un deleite para los ojos, y una evocación a un verano que pronto llegará en forma de sol y de oportunidades económicas para, esperemos, todos.
Yo voy a ir… A ejercer de orgullosa mallorquina.