Esta vez no escribo este articulo en castellano como respuesta a una pregunta de mi nieto que viendo que habitualmente lo hago en catalán me preguntó, “Avi, no saps escriure en castellà”? Lo hago porque también es mi idioma y muy orgulloso que me siento de ello, aunque debo confesar que mis pocas habilidades como articulista se resuelven mejor con el catalán, propio de les Illes Balears contemplado en el Estatuto de Autonomía.
Los cinco meses que quedan para las elecciones autonómicas y municipales se me antojan complejas, pero divertidas a la vez para los que como yo, nos gusta y creemos en la política, en cómo mueven los hilos los políticos y su demostrada capacidad para disfrazar los hechos y adaptarlos a su conveniencia , unos meses en los que el todo vale, lo que hasta ahora era bueno, hoy ya no lo es, y si hay que cambiar candidatos se hace y santas pascuas, todo sea para recuperar al candidato con más posibilidades de ganar, con justificaciones para todos los gustos. Hay que dejar constancia que la generosidad de la candidata “sacrificada” ha estado a la altura de los hechos y lealtad al partido que pertenece.
El panorama político ha dado un vuelco en los últimos días, tanto en el Estado español como en nuestra Comunidad Autónoma, pero a mí lo que me atrae sobre todo, es la vinculación de Palma con la “part forana”, ya que los votos de Ciutat son importantísimos para conseguir ser el candidato más votado al Parlament de les Illes Balears.
La irrupción de VOX en el panorama político está cambiando lo que se podía prever para el próximo 26 de mayo de 2019, hasta el candidato del PP al Ayuntamiento de Palma le augura un buen resultado al candidato de VOX en Palma, pero, a quien arrebatará los votos? al PP, a C’s, al Pi o al PSOE, su personalidad y el prestigio personal puede que les arrebate un poco a todos, ya que la mayoría de sus propuestas arrojan sentido común, casi todas asumibles para los que gustan de soluciones claras y sin tapujos.
No es lo mismo gobernar Palma que las Illes Balears, devolver algunas competencias al Estado no es la solución a nuestra política cultural y economía, eso es lo fácil, lo difícil es saber gestionar bien. Las Comunidades Autónomas que tienen lengua propia hay que darles el soporte adecuado, es una riqueza lingüística que hay que preservar. Hay que cuidar la balanza de lo que es necesario y lo que no, reducir la administración como forma de abaratar gastos debería hacerse gestionando bien los presupuestos del Govern i de los Consells Insulares y sobre todo, rebajar al máximo el número de cargos de confianza, las cuotas de partido, para esto están los funcionarios, bien preparados para el desarrollo de sus funciones. Recortar la autonomía es dar un paso atrás y esto, en mi opinión, ni conviene ni es bueno.
Lo deseable sería que en las próximas elecciones se produzca un reparto de escaños que permitan gobernar las principales Instituciones sin utopías, sin pactos que no supongan un bienestar para los ciudadanos, sin dar cabida ni ayudas de ninguna clase a asociaciones que, sin pasar por el cedazo de unas elecciones se erigen en altavoces de las políticas más radicales.
La Presidente del Govern de las Illes Balears, se jacta del supuesto avance y el progreso conseguido en esta legislatura en una clara estrategia electoralista. Lo único positivo será retirar el copago de las medicinas para los jubilado a partir del día 1 de enero de 2019, porque si es el REIB, otra tomadura de pelo, y ya es la enésima, es una clara evidencia de pastelear y marear la perdiz, que compartir el mismo color que el Gobierno del Estado, no sirve para nada, nunca nos han tenido en cuenta.