Es de bien nacido ser agradecido y hoy toca serlo. He aquí unas reflexiones del Dr. Vicente Reyes, uno de los excelentes médicos de la gran Atención Primaria que tenemos aquí. “Déjenme que les cuente. En diciembre pasado, atendí en mi centro de salud a un paciente de urgencia, no se encontraba bien, había pasado una mala noche. Se trataba de un problema cardiaco. Comuniqué con 061, hablé con la teleoperadora que me tomó los datos con máxima diligencia, transfirió la llamada a la médico reguladora y acordamos que movilizaría un ALFA, es decir, una UVI MÓVIL con la dotación completa, conductor, enfermera y médico. En esta ocasión también formaba parte del equipo una médico residente que estaba de rotación en este servicio.
Tardaron escasos minutos en aparecer por la puerta del centro. La transferencia del paciente fue dinámica. Anamnesis, exploración, ECG, ecocardio y eco pulmonar, consulta con central 061 y se decide traslado a HSE, - por cierto gran excelencia profesional del Servicio de Cardiología y Cirugía Cardiaca-.Todo esto me provocó un considerable retraso en la consulta que sin duda mereció la pena.
Ayer acudía este paciente a seguimiento con sus 3 bypass en fenomenal estado. Este es un caso más de muchos. El equipo del centro de salud funcionó correctamente. El equipo de la UVI móvil funcionó impecablemente.
No vengo a contar el particular caso, vengo a poner en valor lo que se hace cotidianamente y pasa inadvertido. Puede parecer que solucionamos poco, pero hay muchas cosas que no tienen una solución inmediata. Un catarro, una gripe, faringitis, gastroenteritis …. Hay que pasarla. Intentamos aliviar y curar lo más rápido posible pero no tenemos una varita mágica.
Son variopintas las consultas que nos hacen, muchas de síntomas sutiles, banales, otras son complejas y precisan estudio. La población envejece y aumentan las patologías crónicas. Cada vez hay más pacientes en el cupo. Cada vez más urgencias (todo urge).
Hay listas de espera, retrasos en las consultas, prisas por la salud, inquietud y poca tolerancia por los malestares y muchas redes sociales con sobreinformación / desinformación. Hay una excesiva medicalización sobre problemas de la vida que antes no se consideraban problemas de salud.
….. y nuestro tiempo es limitado.
Se precisa concienciación y responsabilidad de autocuidados por parte de la población y un uso adecuado de los recursos, que son finitos. No llegaremos, corrijo, no llegamos a atender con la calidad adecuada la creciente demanda. El nivel de exigencia es alto, tanto como nuestro compromiso y la autoexigencia aún mayor. Lo hacemos lo mejor que sabemos. Lo hacemos lo mejor que podemos.
Entre tanto, alerta que no se te pase un caso importante, un caso como el comentado.
En atención primaria se detectó, el 061 lo estabilizó y trasladó y el hospital lo resolvió. Esta vez el sistema funcionó perfectamente. Se puede decir mejor, los profesionales, principal activo del sistema sanitario, a pesar de sobreesfuerzos, burnout, hicieron su trabajo habitual y el sistema funcionó perfectamente.
Particularmente con estas líneas quiero destacar el proceder de la UVI móvil, que repito fue impecable. No entraré en detalles clínicos que están fuera de lugar.
Ya dijo don Quijote: De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud. Así pues, hoy va de compromiso, reconocimiento y agradecimiento. Estamos de enhorabuena por tener este 061.”.
Nuestra memoria y nuestro agradecimiento de nuevo.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.