Cuando “Alicia en el país de las maravillas, debe escoger un camino para seguir, le pregunta al gato, ¿te importaría decirme, por favor, qué camino debo tomar desde aquí?. El gato contesta con otra pregunta. Eso depende en gran medida de adónde quieres ir, ¿a donde vas? Alicia responde, no lo se, y el gato le contesta, entonces escoge cualquiera. Si realmente no sabes a donde vas, da igual el camino que tomes.”
El párrafo de la obra de Lewis Carroll, seudónimo del diácono anglicano Charles Dodgson, viene a cuento, en la medida en que desde hace cinco años no disponemos de un Plan de Salud actualizado y vigente, que establezca “hacia donde tenemos que ir” y que nos permita “buscar el camino más conveniente”. No disponemos del instrumento de planificación estratégico con los objetivos de salud de la comunidad. Adolecemos de la herramienta que nos indica técnicamente donde tenemos que dirigirnos. En tiempo de restricciones, es apremiante, esforzarse en tener las necesidades priorizadas y responder a ellas según su repercusión sobre la población más necesitada. En un escenario de limitaciones, es básico priorizar las inversiones según su rentabilidad en términos exclusivos de salud poblacional.
Legalidad vigente
Resulta paradógico que mientras la administración se comporta con ferocidad en la aplicación de la interpretación más lesiva para los administrados, de una sentencia del año 2010, por imperativo legal, no muestre, cuando menos, la misma preocupación, como aparentemente es el caso, en cumplir el capítulo III (Plan de Salud) de la Ley 5/2003 de salud de les Illes Balears, aprobada hace casi una década. Más de uno puede preguntarse sobre la discrecionalidad del imperativo legal que prioriza la aplicación de la interpretación discutible de lo no explicitado literalmente en una sentencia, antes que en el desarrollo de la propia legislación vigente.
¿ Que es el plan de salud ?
El plan de salud es el instrumento estratégico de planificación y coordinación sanitaria de las Illes Balears.
Por encima de la obligación en el cumplimiento de la legislación vigente y del texto reglamenario concreto, ¿cómo y en que nos afecta a los ciudadanos la ausencia de un plan de salud? Sin hoja de ruta, no hay garantía que se desarrollen las estrategias dirigidas a cumplir con los objetivos básicos de los ciudadanos y que se orienten las acciones sanitarias en la línea de las mismas.
Nos afecta, por lo que pueda implicar de falta de coordinación de las administraciones sanitarias con el resto de actuaciones medioambientales, educativas, energéticas y territoriales que de forma transversal, influyen de forma favorable sobre la salud.
Nos afecta, porque sin objetivos concretos, es difícil aplicarles un calendario y sus mecanismos de evaluación
Nos afecta porque sin objetivos concretos, los presupuestos generales de la comunidad autónoma de las Illes Balears para el 2013, pueden no dar respuesta a los programas, recursos y medios necesarios para responder a las necesidades de los ciudadanos.
Reforma con objetivos estratégicos concretos y específicos
En esta época de reforma obligada por la situación económica, cuando antes sepamos donde queremos ir, antes vamos a saber si progresamos adecuadamente.
De hecho el actual plan de salud caducó en el 2007 y no consta que haya sido ni evaluado ni renovado. La actual coyuntura debe ser un estimulo para ponerse a trabajar y aprobar las nuevas actuaciones a desarrollar en el próximo quinquenio. Actuaciones que den respuesta coordinada ante las enfermedades emergentes y prevalentes, actuaciones que potencien la seguridad alimentaria y ambiental y que profundicen en la pedagogía de la mejora del estilo de vida, que nos permita vivir mas y vivir mejor.
La crisis tienen una parte de oportunidad; de oportunidad de mejora, pero nos tiene que encontrar preparados y trabajando.