La espectacular ilusión y expectación que ha despertado la contratación de Joaquín Caparrós por parte del Real Mallorca demuestra, sin el menor género de dudas, un pleno acierto del mandamás pobler. Por supuesto que después todo dependerá de si la pelota entra o da en el palo, pero la buena semilla ya se ha puesto. Dicho esto, si está llamando la atención el ingente número de efectivos que conformará el nuevo cuerpo técnico, (sin duda a la altura por lo menos en cuantía de los grandes clubes europeos) tanto por el séquito del míster sevillano como por los hombres de Serra, todo ello a la espera de la inminente decisión de Miguel Ángel Nadal. La conclusión que se desprende es la plena autonomía de gestión del director deportivo, puesto que el excepcional aumento de plantilla con sus correspondientes salarios, no sido cuestionada ni por la administración concursal ni mucho menos por el recién confirmado director general Pedro Terrassa. Esperemos pues que sea el principio de una paz duradera en la planta noble de Son Moix.
