El ambiente entre los miembros de la Fiscalía y de la Judicatura que llevan el ‘caso Ópera’, una pieza separada dentro de ese macro asunto que es el Palma Arena, tiende al pesimismo: creen que han perdido un elemento central de su investigación, una vez que Santiago Calatrava, en su última comparecencia sí presentara un proyecto de Ópera. Las investigaciones tenían varios puntos a aclarar, pero uno, central, era el supuesto de que se hubieran pagado 1,2 millones de euros por un proyecto que nunca se había hecho. Pero Calatrava lo mostró. Dijo que no tenía ni idea de qué había hecho su cliente con él, pero que él lo había presentado y lo conservaba. Y lo mostró a las partes, a la Fiscalía y al juez. A partir de ahí, la investigación busca otros asuntos que puedan tener interés, pero todo tiene muchísimo menos asidero que la supuesta inexistencia de proyecto, sospecha inicial. Tal vez por eso, Matas, en su comparecencia se mostró muy seguro de sí mismo. La otra cuestión que queda por dilucidar, que gastara dinero público para fines partidistas, es muy difícil de sustentar porque es una práctica extendida y, además, muy poco objetivable. Tal vez por eso ahora se habla de que en Roma había alquilado un coche, como hacen todos los presidentes de Gobierno en sus desplazamientos oficiales. ¿Es caro? Desde luego, pero esta es la pompa que se ha dado esta pequeña república absurda, incapaz de autogestionarse. ?
