¿De qué trata su recién publicada novela?
Es una novela que tiene como protagonista a Mallorca. El protagonista secundario es un escritor que viene a morir a la isla. En esos últimos días suyos, refugiado en un lugar llamado Cala Escorpí, va reflexionando sobre la vida, el amor o la muerte, y también sobre lo que ha sido su vida en Mallorca. Por ello, la isla tiene un protagonismo enorme.
¿Cuánto hay de realidad y cuánto de ficción en esta obra?
Habría ambas cosas, en el sentido de que para mí el sentido del yo es enteramente ficticio. El escritor que protagoniza la novela escribe desde esa perspectiva, en la cual su vida, sus fantasías, sus deseos o su creación son un poco todo la misma cosa. No hay una conciencia del yo única y uniforme. Añadiría que yo, por mi parte, no distingo entre realidad y ficción. En ese sentido, para mí Don Quijote es más real que Miguel de Cervantes, digámoslo así.
¿Su relación con Mallorca es de amor o de desamor?
Sería como una especie de amor desesperado, porque Mallorca, tal como se presenta en el libro, no puede ser domesticada. Es difícil que uno tenga el control absoluto de su vida, porque la isla te impone su propio ritmo, sus propias dinámicas o su propia tiranía con su belleza. La belleza de Mallorca es muy dominante. Entonces, si uno quiere combatir todo eso va a acabar perdiendo. Por tanto, en cierta manera hay que rendirse y dejar que la isla tome un poco las riendas.
"Me gusta pensar que escribo para minorías muy orgullosas de ser minorías"
¿Sus anteriores trabajos publicados eran también novelas?
No, esta es mi primera novela. Mis anteriores trabajos eran ensayos de filosofía contracultural.
¿Cuáles son sus autores favoritos?
A nivel vital, citaría a Vladimir Nabokov y a Antón Chéjov. Podría nombrar a muchos más autores, pero los dos escritores citados me gustan mucho.
¿Piensa en un posible lector concreto cuando escribe?
Sí, así es. Me gusta pensar que escribo para minorías muy orgullosas de ser minorías, para gente que se ha apartado conscientemente de la gran corriente de la cultura mercantilizada.
"No distingo entre realidad y ficción. Para mí, Don Quijote es más real que Miguel de Cervantes"
¿Es más difícil darse a conocer literariamente si uno vive en la periferia?
Bueno, yo tiendo a pensar que si una obra es buena, acaba abriéndose paso. Recuerde por ejemplo a Fernando Pessoa, que era un oficinista de Lisboa absolutamente insignificante y que hoy en día es considerado uno de los tótems literarios del siglo XX. Estoy pensando ahora también en Franz Kafka en Praga o en César Vallejo en París muerto de tristeza. Al final, si una obra vale la pena, acaba teniendo su propia vida, aunque quizás no sea de una forma inmediata. No lo digo ahora por mis libros ni tampoco estoy diciendo que éstos sean especialmente brillantes. Pero, como le he dicho, tiendo a pensar que el talento siempre se abre paso a largo plazo.
¿Cuál cree que es hoy el nivel literario medio en nuestro país y en el resto del mundo?
He de reconocer que desconozco bastante el panorama literario actual, porque no me atrae por mis gustos personales. También podría decir, por poner otro ejemplo, que no sé cuál era el nivel literario en Inglaterra a principios del siglo XVII, pero bueno ahí estuvo William Shakespeare. Tampoco conozco cuál era el nivel literario en Estados Unidos durante su Guerra Civil, pero ahí estaban Ralph Waldo Emerson o Walt Whitman. Entonces había muchos autores escribiendo y algunos perduraron y otros no.
"Mallorca te impone su propio ritmo, sus propias dinámicas o su propia tiranía con su belleza. La belleza de Mallorca es muy dominante"
¿Está trabajando ya en un futuro libro?
Sí, efectivamente.
¿Será también una novela?
Bueno, yo trabajo de manera bastante caótica, por lo que nunca tengo muy claro dónde voy a ir a parar. Además, tengo también bastante material, del cual pueden salir luego muchas cosas. En definitiva, no suelo escribir con un objetivo determinado en mi mente.
¿Cree que leemos más en tiempos de crisis, como por ejemplo ahora con la pandemia?
Yo diría que la gran literatura funciona en su propio nivel, ya que se han escrito grandes cosas durante una guerra, en épocas de crisis o en épocas de bonanza. No creo que tenga mucho que ver el hecho mismo de escribir o el de leer, que es la principal actividad literaria, con lo que ocurra a nivel político o social. No veo mucha conexión en ese sentido.
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