Esta obra, que se realiza en el tramo de Trasimé ubicado entre las calles Ferrán Alzamora y Quarter, implicará cortes de circulación, para que los operarios puedan trabajar con seguridad y puedan disponer del espacio necesario para instalar la maquinaria.
Según ha explicado la empresa municipal, con la finalidad de reducir las molestias al máximo, se trabajará en tramos de unos 50 metros, empezando por los espacios situados entre Ferrán Alzamora y Joaquim Verdaguer.
En este sentido, las calles transversales no se cortarán, pero sí podrán registrar restricciones de acceso, ocupación temporal de plazas de estacionamiento, desplazamiento de contenedores o limitaciones de acceso a vados.
Por otra parte, Emaya ha indicado que estas obras supondrán el desvío de las líneas L25 y A2 de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) en sentido al Arenal, que desde este miércoles y durante cuatro semanas circularan desviadas por Trobadors, Avenida América, carretera Militar y las calles Gaspar Rul·lan, Cannes y Amílcar.
A partir de la parada Amílcar, ambas líneas retomarán su ruta normal. La línea 25 terminará su recorrido en la parada 1003 - Balneario 1, mientras que la parada 691 - Arenal - Balneario 1 quedará fuera de servicio.
Esta actuación forma parte del conjunto de obras de renovación de la red de agua potable y alcantarillado del Arenal, que comenzaron el pasado 10 de marzo en la calle Cannes, pero que tuvieron que pararse entre el 16 de marzo y el 22 de abril debido al confinamiento.
En total, este conjunto de obras supone la renovación de un total de 1.038 metros de alcantarillado y 2.463 metros de conductos de agua potable, además de la reparación de otros elementos como válvulas, arquetas y bridas, entre otros.
Así, supondrá una inversión de 761.680 euros y la creación de 14 puestos de trabajo. Según Emaya, que actualmente trabaja en el Molinar, Son Armadams, el Coll den Rebassa, el Fortí, el Rafal Vell y la calle Villalonga, esta es su renovación "de mayor envergadura".
En este conjunto de obras, se sustituyen conductos de 1965 obsoletos, ubicados también en las calles Joan Homs, Diego Zaforteza, Bartomeu Calafell, Rafael Ramis Togores, Germà Bianor, Canonge Mateu Rotger y Gaspar Rul·lan.
Emaya ha asegurado que esta renovación reducirá "drásticamente" las averías y las pérdidas de agua, además de motivar la expansión de contadores individuales, que actualmente es obligatoria y que exige unas prestaciones más estrictas en cuanto a presión y caudal, pues no exige aljibes a las comunidades de propietarios.