No quiero ser malo, pero reconocerán que la decisión de los jugadores del Mallorca, supongo que por sugerencia del club, de pagar el precio de las entradas al Carlos Belmonte para el partido del domingo no hará que se rompan ningún hueso. Habida cuenta del espectáculo que han ofrecido, podrían haber pagado las del acceso a Son Moix durante toda la temporada. Y, si no, hagamos números.
Según los anuncios el desplazamiento cuesta 100 euros, incluido billete y los 193 kilómetros de autocar que separan Valencia de Albacete. Si el avión tiene capacidad para 100 personas, el coste total es de 10.000 “euracos” lo que dividido entre 22 jugadores sale a 454,54 por cabeza, pero si sumamos al cuerpo técnico y directivos, pongamos un total de 30 personas, cada bolsillo sólo se desprendería de 333,33. No hace falta reseñar el importe de los contratos ya no de los jugadores, sino del consejero delegado, el entrenador, director deportivo, embajador, etc, etc. Tampoco entraré en el detalle de analizar el por qué la gentil limosna se concede después de que las plazas reservadas hasta ayer no superaban las veinticinco, según algunos medios de comunicación. Conclusión: ya puestos podrían pagar la localidad y el coste total de la excursión, porque cualquiera de los ejecutivos percibe de sobra para hacerse cargo él solito.
Para no extenderme sobre el asunto y ser tachado de agorero, piropo que alguien me dedicó en el mes de agosto por mostrar mi negativa opinión sobre la campaña de fichajes y pretemporada, supongo que por envidia pura e ignorancia supina, cambiaré de asunto. Una dolencia de Timon en la espalda eleva el volumen del llanto por las obligadas ausencias de Oriol, Damiá, Colunga y Costas. Menos mal que se recupera Truyols, ¡ya ves!. Jugarse la permanencia con un portero de futuro prometedor aunque incierto presente, equivale a asumir un riesgo soslayable. En estas circunstancias, Cabrero aporta experiencia, aunque es otro de los futbolistas que terminan su relación contractual el mes próximo. ¡Vamos, que no es para tanto!. Cinco bajas; igual hasta Coro vuelve a una convocatoria y ni se nota.
