Los carteristas lo van a tener más difícil a partir de ahora en Palma si tienen la mala suerte de encontrarse con conductores como Pedro Obrador quien el pasado sábado impidió que un carterista se llevase el botín de un turista alemán tras robarle la cartera en las Avenidas, frente a unos conocidos almacenes. El conductor del autobús, avisado por una vecina, persiguió al carterista hasta acorrarle y retenerle hasta que la Policía Local lo detuvo.
Que en Palma pululan carteristas es bien sabido por los agentes policiales quienes periódicamente detienen a estos sujetos, especialmente en las zonas más turísticas de Palma. Lo que no es habitual es que algunos conductores de la Empresa Municipal de Transportes alivien el trabajo de la Policía Local impidiendo escapar con el botín a los carteristas.
Esto fue lo que ocurrió el pasado sábado alrededor de las 16:30 en las Avenidas de Palma, frente a los grandes almacenes de El Corte Inglés cuando, Pedro Obrador, conductor del autobús de la línea 1 de la EMT se encontraba parado a la espera de que subiesen pasajeros. En un momento dado, una señora de mediana edad advirtió al conductor que un carterista había robado la cartera a un ciudadano alemán y posteriormente se había introducido en el autobús.
El conductor, a fin de evitar males mayores y dado que domina varios idiomas, informó a los pasajeros en diferentes idiomas que dentro del autobús había un carterista, instando a este último a que devolviese voluntariamente a su dueño el objeto robado.
El presunto autor del robo, parapetado entre algunos pasajeros intentó salir del autobús pero fue reconocido por la señora.Tras ser reconocido, salió huyendo seguido por el conductor de la EMT que, tras informar al 112, intentaba atraparle. Mientras, los vehículos situados en diferentes calles se encontraban parados contemplando curiosos la carrera entre el conductor de la EMT y el carterista.
Al llegar a la bifurcación del acceso inferior por donde se accede a las calles Nuredunna y Aragó, el conductor de la EMT pudo cerrar el paso la carterista, aunque éste persistía intentando dribarle para escapar.
Al rato se personó una patrulla de la Policía Local que, si bien no pudo acusarle de hurto pues antes de salir del autobus había devuelto la cartera robada a su dueño, sí le denunció por desobediencia a la autoridad.
El conductor volvió al su puesto en el autobús bajo los aplausos de los pasajeros, truristas muchos de ellos.