En esta vida hay cosas que difícilmente pueden explicarse desde la razón y tienen que ver más con los sentimientos, los recuerdos de la infancia y con la idea de tratar de unir todo eso con el presente. Verán, se aproxima el día 15 de diciembre y llega a las pantallas de cine de todo el mundo el estreno de un nuevo episodio de la saga Star Wars, y con este van ocho. Parece que fue ayer cuando, siendo un niño, pude disfrutar por primera vez de aquella historia de amor, aventuras y eterna lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, que marcó un antes y un después en la historia del cine en todo lo que se refiere a efectos visuales y mucho más… gracias al empeño de un soñador empedernido, su creador, el gran director y productor George Lucas.
Pero lo más llamativo de esta saga, su mayor logro, es contar con más seguidores que ninguna otra película o serie de películas de la historia del séptimo arte. Desde el estreno del Episodio IV, Una nueva Esperanza, a finales de 1.977, no ha dejado de incorporar entusiastas admiradores que, de un modo u otro, se consideran parte de la historia, parte de esta trama que ha cumplido ya cuarenta años. Sí, formo parte de la generación Star Wars, no hay duda; pero lo más asombroso es que mi hijo también forma parte de esa aventura. Otra generación, pero los mismos sentimientos, los mismos personajes y las mismas preguntas. Mágico. Y como hace dos años, mi mejor amigo y aliado desde aquellos lejanos tiempos universitarios, se une a la cita y, esta vez en Palma , estamos ya más que preparados para recibir esta nueva entrega, entre ansiosos y emocionados, sabiendo que pase lo que pase, siempre habrá de colmar nuestras expectativas pues, en definitiva, es Star Wars.
Eso es lo realmente importante. Nada más hermoso que encontrar esos puntos de encuentro, esas experiencias, esas aficiones, esos momentos únicos de complicidad infinita que compartir con las personas que te importan en la vida. Por suerte, me siento un auténtico privilegiado al poder contar con personas muy especiales con las que compartir momentos también muy especiales. Y este es uno de esos momentos. Ese amigo con el que charlaba hace mucho mucho tiempo, en lo que parecía una galaxia muy muy lejana, sobre nuestro respectivo futuro, sobre nuestros sueños, imaginando nuestras familias, a nuestras esposas y nuestros hijos…nuestros hijos…Y aquí estamos, con ellos, disfrutando de una pasión compartida y de un sueño hecho realidad.
Siempre he pensado que la felicidad no es otra cosa que el sentimiento de satisfacción y aceptación de la vida que uno lleva, consistente en ir sumando pequeños momentos en el día a día que hacen grande nuestra existencia. Y cada vez estoy más convencido de que todo depende de nosotros. Pase lo que pase, tenemos la última palabra, podemos elegir entre el lado oscuro y la Fuerza y debemos ser conscientes de ello. Este viernes sumo uno de esos momentos únicos de felicidad porque así lo hemos decidido. Y es que ya lo dijo el bueno de Yoda, a la hora de afrontar un reto: “No lo intentes. Hazlo o no lo hagas…pero no lo intentes”
