PERFIL. Una gran mujer que supo enfrentarse a la adversidad

Vitalista, madraza y empresaria emprendedora. Marilén Pol despertaba una gran simpatía apenas se la conocía, era una mujer multifacética y siempre atenta hacia las necesidades de los demás. Su pérdida es un mazazo impresionante para todos los que hemos tenido la fortuna de conocerla y tratarla con frecuencia.

Marilén supo sacar fuerzas para seguir adelante cuando la adversidad se ensañaba con ella. Sorprendía su fuerza de voluntad, sus deseos de vivir, sus ganas de poner en marcha nuevas iniciativas y de servir a la comunidad, a través de la presidencia de la Asociación Hotelera de Palma primero, y posteriormente al frente de la Federación. Era incansable, y no descuidaba ninguna de sus labores, ni como madre, esposa, amiga o trabajadora.

Con su presencia, llenaba cualquier espacio vacío, y a Marilén no la detuvo ninguna enfermedad, e incluso llegó a la presidencia de la mayor patronal de Baleares (y una de las mayores turísticas de España) tras un duro proceso, que no impidió que continuara gestionando su hotel y ejerciendo a la vez su labor de madre y esposa.

La recordaremos siempre sonriente, siempre con una palabra amable y con una empatía que la distinguía del resto de los mortales.

La recordaremos porque es imposible olvidarla, y ya se sabe que quien es recordado, sigue viviendo entre nosotros.