“Mallorca será la Florida de Europa”

El proyecto de promoción de ses Fontanelles puede ser una realidad en un período breve de tiempo puesto que su promotor Guillem Alomar tiene revisto iniciar las obras de inmediato después de la aprobación del Plan de Vigilancia Medioambiental. Sin embargo, para lo que se refiere al Casino, tienen que esperar a la convocatoria de un concurso para presentar su propuesta.

Sin embargo, este empresario mallorquín tiene las miras puestas en otra promoción ambiciosa desde el punto de vista urbanístico según explica a mallorcadiario.com: “la construcción de apartamentos de alta calidad, destinados a personas de la segunda y tercera edad, situados en un complejo privado, donde se les darán todos los servicios que necesiten, desde médicos hasta spa, sauna o restaurantes”. Los terrenos están situados junto a Marineland, en Portals Nous, y próximo al mar, y para ello se ha modificado el plan general de Calvià a fin de otorgar al solar un uso privado.

Las obras empezarán en marzo de 2013, y tendrán una duración de 18 meses. El inversor que lo respalda es suizo y muy conocido, Pro Vivendi. De hecho, el proyecto se puede consultar en la web de esta empresa.

Alomar defiende el proyecto de “único en Europa, porque los habitantes, además de vivir en un sitio idílico y muy bien atendidos, tienen la posibilidad de devolver a la empresa promotora el apartamento que adquieren en usufructo, o pueden hacerlo sus herederos” y que “Se trata de un concepto único, que sirve para todos los europeos. Consiste en un estilo de vida para los mayores de 55 años que quieran vivir en un entorno seguro, con todos los servicios que pudiera requerir para una vida satisfactoria y saludable a lo largo de su vida. Además, estarán con personas de su misma edad e intereses similares, con los que podrán practicar deportes, tener reuniones, y desarrollar así una vida plena”. La idea se basa en proporcionar “gran tranquilidad, en un entorno muy bien cuidado desde el punto de vista medioambiental” para gente que se retira, aunque no se trata de una residencia.

Se trata de 135 apartamentos, con superficies de 90 a 180 metros cuadrados, “muy bien integrados en la naturaleza”, pero el 25% de la superficie total del complejo estará destinada a servicios.

Los precios de cada apartamento oscilará entre los 200.000 y 500.000 euros, inversión que justifica Alomar alegando que “la depreciación de la inversión que realice el cliente es de apenas un 3% anual, por lo tanto es como pagar un alquiler”. La compañía inversora mantiene la propiedad y cede los apartamentos a los clientes en usufructo, pero se admite la convivencia del titular con familiares en primer grado.

Esta promoción no está planteada únicamente de cara al mercado extranjero, de hecho, los promotores creen que el 40% del total será adquirido por mallorquines.

En cuanto al beneficio que puede aportar esta inversión en la economía de Mallorca, Guillem Alomar explica que “complejo moverá una inversión de unos 26 millones de euros, y permitirá crear 100 empleos durante la explotación. Si hablamos de la construcción, se generarán 213 trabajos directos, más 150 indirectos y 40 diferidos, durante el año y medio que durarán las obras”.

La visión de Alomar hacia el futuro es que “Mallorca se dirigirá hacia la potenciación de la oferta de servicio (el ladrillo ya no es una opción de futuro) y dará nuevos pasos para convertirse en la Florida de Europa”. De hecho, afirma que “Una vez que esté funcionando este complejo, trasladaremos esta misma idea a otras comunidades autónomas”.

Fotos: Jaume Medinas