El Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) ha constado que un 26,84% de personas activas en la Comunidad tiene dificultades para compaginar familia y trabajo, según se desprende de la última Encuesta de Población Activa (Modelo 2011. Problemas de Salud y su relación con el empleo). Por este motivo, piden "un pacto social que sirva para armonizar horarios laborales, escolares, comerciales y familiares"
En un comunicado han detallado que se comprueba una gran diferencia entre varones con un 8,73% y las mujeres 37,71% y además en las que tienen entre 25 y 44 años (46,25%) son la franja de la muestra que tiene mayor dificultad.
Según el IPFB, "los datos aportados demuestran que la clave para la conciliación entre trabajo y familia es la flexibilidad, tanto en el tiempo como en el espacio".
En este sentido, indican que "los resultados señalan que estas políticas son las más demandadas por los empleados, aunque algunas empresas todavía siguen resistiéndose a generalizarlas, porque temen las dificultades organizativas que su puesta en práctica supone".
Estos resultados --según han comparado-- coinciden con los de otras investigaciones recientes, que indican que "el 70% de los trabajadores considera que su trabajo no es flexible". "Lo que de verdad ayuda a que el trabajo no se convierta en un obstáculo para el desarrollo del proyecto personal es el convencimiento de los empresarios", han comentado.
"LAS RELACIONES TRABAJO-FAMILIA COMO UNA FUENTE DE BENEFICIO MUTUO"
Desde IPFB instan a que se planteen las relaciones trabajo-familia como "una fuente de beneficio mutuo y no de conflicto", lo que supone considerar a la familia como "escuela de competencias directivas y reorientar las políticas públicas hacia la sostenibilidad social".
Además, indican que se debe valorar "el beneficio que se deja de percibir cuando no existen políticas empresariales flexibles, como reconocen numerosos estudios internacionales".
Para el Instituto, las empresas mecanicistas, rígidas en horarios y poco sensibles al entorno personal y familiar del empleado "son menos atractivas y pierden capital humano específico, lo que termina causando un mayor absentismo, una disminución del compromiso del empleado y una mayor rotación".
En este sentido argumentan que es necesaria una "adecuada reorientación del concepto y el valor del tiempo en el trabajo". Para el IPFB en un "contexto de extensas jornadas laborales como el de España, las formas de organización del trabajo y los estilos directivos necesitan una profunda transformación, si no quieren dejar de ser competitivos y globales frente a nuestros colegas de otros países".
Por eso, dicen que "se hace necesario apostar por un pacto social que sirva para armonizar horarios laborales, escolares, comerciales y familiares". Según resaltan, en países como Holanda, Francia, Alemania, Suecia o Noruega, "la racionalización de horarios ha hecho posible tres objetivos simultáneos: una mayor incorporación de la mujer al mundo laboral, y el aumento del índice de fertilidad y de productividad en relación con el número de horas trabajadas".