La Cimera Social mostró en Palma su rechazo a las políticas de ajuste

Una representación de los sindicatos y de la sociedad civil de Baleares, que se ha unido en la llamada Cimera Social, se manifestó ayer sábado por la tarde en la Plaza España de Palma para exigir al Gobierno que dé un giro a su política y convoque un referéndum sobre los recortes que está aplicando.

La marcha, compuesta por varios miles de personas, se inició en la Plaza España poco después de las siete de la tarde, y recorrió las Avenidas, Paseo Mallorca, Jaume III y Es Born para culminar en la Plaza de la Reina. Desde la organización han pedido a la ciudadanía que muestre su rechazo a las políticas de ajuste del Gobierno central y autonómico en la manifestación que cuyos lemas son 'Para defender el futuro, marcha en Palma' y 'Quieren arruinar el país'.

El objetivo de la Cimera es que la ciudadanía se pronuncie sobre la legitimidad del Gobierno para llevar a cabo unas medidas que "no formaron parte de su programa electoral". En la presentación de la manifestación, el responsable del sindicato Gestha, Luis Tato, negó categóricamente que "las medidas de austeridad impuestas por la troika sean las únicas posibles para ajustar el déficit público".

Así las cosas, como alternativas a los "duros ajustes promovidos desde la política neoliberal", la Cimera Social propone, entre otras, un "esfuerzo mayor a las clases más favorecidas", medidas tributarias y de lucha contra el fraude fiscal como las que tiene Alemania o Francia. "Si el Gobierno aplicara una lucha decidida contra el fraude fiscal España tendría unos ingresos anuales de aproximadamente 38.500 millones de euros más y no serían necesarios recortes en sanidad, educación, prestaciones de desempleo, subida del IVA", subrayó Tato, quien añadió que estos ajustes no sólo afectan a los empleados públicos sino a toda la ciudadanía y especialmente, a los parados y jubilados.