La firma de un convenio entre la CAEB y Deutsche Bank para que la entidad bancaria facilitara el acceso de las empresas de nuestra Comunidad a productos financieros ventajosos para ellas, pone sobre el tapete una realidad: que la banca extranjera penetra, de manera discreta y poco a poco, en nuestro tejido económico para llevarse a algunos de los mejores clientes que poseen los bancos nacionales y locales de las islas.
Se trata de unos bancos poco golpeados –en la mayoría de casos- por la crisis e incertidumbre del sector inmobiliario, sobre el que sí apostaron los nuestros.
Según ha explicado Luís García Langa, agente de la sociedad de inversión Gaesco y formador en aulafinanzas.com, hay dos componentes que explican lo que está pasando: “por un lado, los bancos nacionales han cortado el grifo. No pueden dar financiación y no tienen capital para refinanciarse. Debido a esto, lo que está sucediendo es que a la hora de renovar una póliza de crédito, los bancos se lo están negando a clientes de toda la vida que tienen sus cuentas saneadas y están al corriente de pagos mientras que a aquellos que no tienen para asegurar el pago, se les renueva”.
La explicación es sencilla: al cobrar el importe de un préstamo concedido a un buen cliente se recupera el dinero y todo queda saldado pero con los malos clientes, es necesario insuflarles más crédito para que sean solventes –o lo aparenten- y no repercutan en la valoración de la entidad bancaria.
Así las cosas, las empresas que han sido, y son, buenos clientes de los bancos nacionales -o locales- optan por buscar otros y los encuentran en los bancos extranjeros.
Un segundo aspecto, dice Langa, es la mediatización que se está llevando a cabo de la posible salida de España del euro. Una situación como esta hace que los ciudadanos “perciban que su dinero estará mejor fuera, en el extranjero. Cosa que no tiene por qué ser cierta. En realidad no creo que España salga del euro pero aunque así fuera, se puede invertir en el extranjero sin sacar el dinero de España ni utilizar intermediarios extranjeros. Como siempre, es necesario saber qué hacemos, aconsejarse bien y mucho y meditar como movemos el dinero. Esto implica tener una cultura financiera que, en muchas ocasiones, no se tiene”.
Langa cree que los bancos extranjeros se aprovechan, hasta cierto punto, de esa presión mediática para vender sus productos.
Para Langa, el rescate de la UE es clave para solventar el problema de que se confíe más en un banco extranjero que en uno local: “Los bancos tendrán que recapitalizarse, algunos deberán ser rescatados y nacionalizados. Esto se tendría que haber hecho hace 4 años, por lo que habrá que preguntar a los gobernantes porqué no lo hicieron aunque espero que se haya aprendido la lección de lo que ha sucedido ya que en otro caso volveríamos a sufrir un fuerte castigo. Para lograr esto es necesario que exista un muy buen control de lo que se haga y no estaría de más que se penase a los responsables de situaciones como las que estamos pasando en estos momentos”.