Por fin EL MUNDO publica hoy que el logotipo de IB3, que en su dia se cambió, tuvo un coste inferior a los 40.000 euros y no de 600.000 como publicaron repetidas veces y durante años aun sabiendo que mentian. No lo han hecho voluntariamente, ha tenido que ser un juez quien les obligue a ello.
Antoni Martorell lo defendió en el juicio, y la sentencia se declinó a favor de su versión, avalada con documentos oficiales.
El periódico da cumplimiento en su edición de este miércoles a una sentencia que ya le obligaba a hacerlo hace algunas semanas. La verdad llega, por tanto, con retraso. Pero en este caso, llega.