El Instituto de Política Familiar de Baleares (IPFB) cree que el sistema educativo es "brutalmente excluyente" en Baleares al "expulsar del sistema educativo a un tercio de los estudiantes".
El IPFB llega a esta conclusión tras haber analizado los datos del Ministerio de Educación referidos al informe del ‘Sistema estatal de indicadores de la educación 2011’ y ha explicado que la ”esperanza de vida escolar de los niños de 6 años de Baleares es la más baja de todo el estado Español con 12,2 años descendiendo 0,4 puntos en los últimos diez años”.
Según ha explicado el IPFB tras estudiar el informe, la media española se situa en los 14,5 años siendo la comunidad autónoma con mayor esperanza de vida escolar es el País Vasco con 15,4 años.
Sin embargo, apuntan, “las islas Baleares supera en casi un 12% la media española en fracaso escolar. Este no se distribuye de forma equilibrada entre chicos y chicas, sino que castiga con mucha más intensidad a los chicos”.
Para el IPFB la anomalía de la educación en Baleares se produce en una doble vía: “Por una parte resulta inexplicable su elevado abandono escolar y, como consecuencia del mismo, la subtitulación relativa de la población joven. Por otro, y esto es particularmente grave porque significa una contradicción inexplicada y no abordada, el sistema educativo que se presenta como muy inclusivo, al extremo de razonar qué sacrifica la excelencia en términos de resultados PISA a la inclusividad, es en realidad brutalmente excluyente, porque expulsa de la educación a casi un tercio de los estudiantes y, a pesar de ello, obtiene unos resultados deficientes en los conocimientos relacionados con la compresión lectora, las matemáticas y las ciencias”.
La explicación que se apunta desde esta institución podría tener su origen en “indicadores de conflictos sociales, relacionadas con la familia y de manera más específica con los padres: La desestructuración familiar ocasionada por la ruptura, y la ausencia de compromiso de futuro en el vínculo de pareja constituyen manifestaciones operables en términos estadísticos con gran poder explicativo del abandono escolar temprano”.
Son indicadores cuantitativos de un problema cualitativo que subyace una parte substancial de las parejas y padres de la sociedad balear, marcadas por un deterioro de su capital social y capital humano.
El IPFB cree que el “problema balear en términos de abandono resulta de difícil solución si es pensado solo en términos de sistema educativo y no se traslada a lo que está sucediendo en relación a las parejas y los padres. Y así lo más probable es que no se consigan substanciales mejoras en los resultados, y se acreciente una sociedad dual de personas con suficiente calificación profesional, y otras que rondarán el 30% sin ella, una carga para el desarrollo económico difícil de sobrellevar”.
Así, por el contrario, dicen que las “familias estables que ofrezcan una educación y atención adecuada a sus hijos, es decir capaces de generar capital social, producirán grupos de población con mejores capacidades, es decir un capital humano superior, tendrán una ventaja clara, entendido esto en términos generales y con todas las excepciones de carácter individual que se quieran, dado que no se trata de ningún fatalismo, sino de una consecuencia estadística”.