Engañar a mucha gente durante mucho tiempo es casi imposible. Quizás por eso se le están acabando las credenciales al “Principe Corsini di Sismano Borbón-Parma” o también “Conde Oleza”, títulos falsos con el que se presentó durante 20 años el mallorquín Jacinto Rosselló Solivellas.
Rosselló adoptó una personalidad inventada: según él era primo del Príncipe Felipe y de Rosario Nadal, asistió a la boda real de don Felipe y Doña Letizia, se codeaba con Jaime de Marichalar, era el inversor privado de Alicia Koplowitz... y, cuando fue necesario, falsificó documentos oficiales y documentos privados. Incluso llegó a falsificar la lista de mejor vestidos del periódico The New York Times de manera que llegó a ser entrevistado por algunos medios de comunicación como uno de los hombres más elegantes del mundo.
Gracias a esta carta de presentación consiguió ser contratado por firmas financieras de renombre como American Express, Credit Suisse, Merrill Lynch, UBP y Stanford Bank. Estos contratos millonarios le permitieron un nivel de vida parejo al que se había inventado.
La estafa fue descubierta por la revista Vanity Fair, quien buscó la pista de los auténticos familiares y amigos de Jacinto Rosselló. Aún así, en estos momentos su modus vivendi es conceder entrevistas a las revistas.