Convergència per les Illes y la Lliga Regionalista han iniciado un diálogo que tendrá una duración mínima de seis meses y que podría acabar con la fusión de ambos partidos nacionalistas en una única formación. Este nuevo partido político defendería "los intereses de Baleares".
En este sentido, el presidente de Convergència, Josep Melià, ha explicado que los ejes en los que circularía esta nueva formación serían, por una parte, la defensa de la lengua y la tradición propia de las islas, y un tratamiento fiscal "justo" para Baleares.
En opinión de Melià, hace falta vertebrar el espacio político de centro moderado en el archipiélago y cree que las negociaciones con Lliga Regionalista son necesarias para dar una alternativa a los ciudadanos de Baleares.
Por su parte, el presidente de Lliga Regionalista, Jaume Font, ha coincidido con Melià en este último aspecto y ha hecho hincapié en que para el nuevo partido -en el caso de que llegaran a buen término las negociaciones- los protagonistas de la política será "la tierra" y no los políticos.
Asimismo, ha apuntado que el diálogo entre Lliga Regionalista y Convergència per les Illes es una cuestión de "responsabilidad", debido a la crisis económica y ha mostrado su disposición para llegar a acuerdos durante estos seis meses que se han dado de plazo.
Por otra parte, a pesar de que el planteamiento de este proyecto es de ámbito balear, los políticos han señalado que los partidos políticos de Ibiza, Menorca y Formentera afines a sus ideas "no entrarán en este primer paso" que han dado las formaciones.
