Un joven de 29 años ha sido llevado a juicio por violar a una mujer cuando ella se encontraba en estado de embriaguez en el baño de un bar en Menorca. El acusado se defendió asegurando que la relación fue consentida.
La Audiencia Provincial de Baleares ha celebrado el juicio de un un vecino de Córdoba este lunes. El acusado se enfrenta a una condena de diez años de prisión por el incidente ocurrido en un pub de Mahón en julio de 2016.
El hombre admitió en el juicio que conoció a la víctima en una discoteca, que ambos bebieron y hablaron. Dijo que fue ella quien lo invitó al baño, donde comenzó a realizarle una felación. A pesar de los restos de semen hallados en la zona íntima de la mujer, el joven negó haberla penetrado.
A pesar de que el acusado no recuerda muchos de los detalles, ha insistido en que no hizo nada sin el consentimiento de la mujer. "No fue mi intención", ha declarado.
El acusado aclaró que "lo ocurrido fue una cosa entre los dos" y que ella "quería más", pero como él "ya había conseguido lo que quería" --es decir, ya había eyaculado--, deseaba irse: "Supongo que no le gustó mucho, me fui dejándola como 'ahí te quedas'". Ha negado que cuando entró al baño, cerrara el pestillo para encerrar a la mujer: "No sé si había un pestillo", afirmó.
La Fiscalía afirma que el joven persiguió a la víctima al baño, cerrando la puerta tras él, y la empujó hacia los sanitarios. Después, le arrancó la ropa de forma violenta y la violó. También habría intentado inmovilizarla e intentar penetrarla analmente sin éxito.
La situación concluyó cuando el propietario del lugar los expulsó, algo que el acusado confirmó. "El dueño de la discoteca estaba llamando a la puerta para que nos fuéramos. Ella no quería salir, estaba enojada, salió gritándome", contó el imputado, quien después se fue a su casa.
El joven ha afirmado en su último comentario que es "inocente": "Esto me sobrepasa", ha expresado.
La víctima: "Le dije que parara"
La persona afectada ha mantenido su queja. En su testimonio, contó que al llegar la hora de cierre del local, no encontraba a sus amigos porque "habían salido hace unos 15 minutos".
Antes de marcharse, la mujer fue al baño, pero el hombre la siguió. "Le pedí que saliera y él no lo hizo, comenzó a besarme y acariciarme, le dije que parara. No me escuchaba y me empujó contra el inodoro, yo seguía diciéndole que no quería", relató la mujer, quien había ingerido al menos "seis o siete copas" y se sentía "desequilibrada".
La mujer confirmó que el hombre la violó tanto por vía anal como vaginal, hasta que el dueño del bar llamó a la puerta. "Me soltó en ese momento y salí", dijo la víctima, quien luego llamó a sus amigos para que fueran a recogerla. Inmediatamente después presentó una denuncia.
La mujer decidió no pedir una compensación de 20.300 euros, según lo establecido por la Fiscalía. Además de la pena de cárcel la fiscal pide una medida de libertad vigilada por diez años tras salir de la cárcel y una orden de alejamiento en favor de la víctima durante 15 años