El nuevo presidente de la Confederación Balear del Comercio, Mateo Cunill (Palma, 1958), conoce muy bien el sector, pues desde los 14 años ha trabajado siempre en el pequeño comercio. En el transcurso de la entrevista, recuerda que a principios de los setenta empezó de aprendiz en una tienda de Palma dedicada al textil. Desde hace años posee una tienda de ropa en Los Geranios, cuya asociación además también preside. Asimismo, es miembro de la Ejecutiva de Pimeco. Persona luchadora y afable, desgrana los actuales problemas del sector y apunta al mismo tiempo posibles soluciones.
¿Tendría que limitarse la llegada de cruceros a Mallorca?
Hemos de partir de la evidencia de que los turistas sólo pueden llegar a Baleares por avión o en barco. No pueden llegar de ninguna otra manera. En ese sentido, creo que deberían seguir viniendo el mismo número de cruceros y no limitarlos, ya que los turistas son siempre bienvenidos. Lo que sí se podría intentar hacer es que no llegasen todos los cruceros a la misma hora, es decir, se podría intentar regular el horario y escalonar las llegadas y las salidas.
¿Deberían peatonalizarse más calles en el centro de Palma?
La peatonalización siempre suele ser buena para unos y mala para otros. Pensemos, por ejemplo, en la de la calle Blanquerna. En ese caso concreto, la peatonalización ha sido buena para los comercios de dicha calle, pero mala para los de la calle General Riera, donde ha disminuido el número de viandantes.
"Se debería proteger y ayudar al comercio tradicional y emblemático de Baleares"
¿Cuál sería entonces su respuesta?
Para poder peatonalizar más calles en el centro, se tendrían que realizar estudios previos y consensuados sobre la facilidad de acceso de los clientes a dichas calles, por ejemplo ofreciéndoles párkings gratuitos o con precios simbólicos. Para ser competitivos, tendríamos que tener las mismas condiciones que las grandes superficies, con sus facilidades de llegada y aparcamiento.
¿Cómo está siendo este año, a nivel de ventas, para el pequeño comercio?
Algunos datos estadísticos dicen que las ventas del pequeño comercio han subido, pero esos datos no son reales, ya que en dichas estadísticas se incluyen los precios de la gasolina y otros. La realidad es que las ventas han bajado en los comercios de todas las zonas e islas. Por tanto, es evidente que no está siendo un buen año.
"Creo que deberían seguir viniendo el mismo número de cruceros y no limitarlos, pero sí quizás escalonarlos, ya que los turistas son siempre bienvenidos"
¿Piensa que, como se apunta, podría llegar otra crisis económica?
Si dirigimos hoy nuestra mirada hacia el futuro más inmediato, la verdad es que las perspectivas no son muy alentadoras a corto plazo. Si nos centramos en Baleares, hemos de recordar que hace apenas unas semanas tuvo lugar la quiebra de Thomas Cook, con las negativas consecuencias que todos conocemos de pérdida de empleos y de adelanto en el cierre de algunos hoteles antes del final de la temporada. Ese cierre ha perjudicado también, como era de esperar, a muchos comercios. A todo ello habría que añadir, por otra parte, la actual inestabilidad política.
¿Se debería regular mejor todo lo relativo a los periodos de ofertas y de rebajas?
Creo que sí, pues en estos momentos hay bastante confusión en ese sentido. La legislación de rebajas es de ámbito estatal, y desde Baleares se está trabajando para cambiarla y adecuarla a las Islas. Por otro lado, iniciativas recientes que vienen de fuera, como por ejemplo el 'black friday', hacen que se empiece con promociones y ofertas antes de hora en determinados establecimientos, lo que sin duda va en perjuicio de muchos comercios.
¿Qué se podría hacer para evitar el cierre de comercios emblemáticos?
Se debería proteger y ayudar al comercio tradicional y emblemático de Baleares, entre otros motivos para evitar que todas las ciudades se acaben pareciendo unas a otras por la presencia hoy mayoritaria de franquicias. Se deberían proteger comercios que hoy siguen abiertos como Mimbrería Vidal, La Filadora, la mercería Plovins o la mercería Ca Donya Àngela, entre otros. De alguna forma, el cierre de comercios emblemáticos demuestra lo difícil que es mantener un negocio vivo y en marcha. Cuando uno de esos comercios cierra sus puertas de manera definitiva, siempre hay una sensación de pérdida por parte de sus clientes y transeúntes, que a veces lamentan luego quizás no haberlos visitado con mayor frecuencia cuando aún estaban abiertos.
"Se pueden peatonalizar más calles en el centro de Palma siempre que el cliente tenga facilidad para llegar a los comercios en coche"
Un problema que vienen denunciando de manera reiterada es el de la venta ambulante ilegal...
Lo primero que quisiera decir es que las patronales del comercio no tenemos nada en contra de los inmigrantes que vienen aquí a trabajar, huyendo de las guerras y del hambre que hay en sus países. No somos racistas, me gustaría que quedase claro. Lo que nosotros criticamos es la competencia desleal que supone para los comerciantes la venta ambulante ilegal, que además cada día va a más en cualquier zona, ya sea una ciudad o un pueblo. Por tanto, pensamos que hay que buscar soluciones que solventen este problema y también el de las mafias que hay detrás. El Govern o el Consell deberían implicarse más y atender igualmente la vertiente social de este problema.
¿Cuáles serían los problemas compartidos por los comercios en las cuatro islas?
En línea con lo que le he comentado hasta ahora, diría que hay una problemática que sería común con respecto a la venta ambulante ilegal y al cierre de establecimientos emblemáticos. Hay también otros problemas, vinculados a la seguridad, la delincuencia, los grafitis o la limpieza.
"Lo que nosotros criticamos es la competencia desleal que supone para los comerciantes la venta ambulante ilegal"
¿Qué le diría a la gente joven que tiene la ilusión de abrir un negocio?
Animaría a los jóvenes a que hagan realidad esa ilusión, aunque ahora pueda parecer tal vez que no es un buen momento. Le pondré un ejemplo. Seguro que usted aún se acuerda de cuando hace varias décadas abrieron en Palma las primeras grandes superficies. Muy poco tiempo después, desaparecieron la práctica totalidad de los colmados que había en las barriadas de Palma. Pues bien, desde hace unos pocos años se están volviendo a abrir en Palma muchos colmados. Y funcionan, entre otras razones porque tienen buenos precios y son competitivos. Además, crean empleo. Por tanto, en el fondo siempre existe una oportunidad para un emprendedor. Lo que previamente necesita realizar es un estudio de viabilidad, ponerlo en marcha y creer en él.