Más de 50 reclusos han fallecido este lunes tras declararse un motín en una cárcel de la localidad brasileña de Altamira.
El primer balance confirma que al menos 52 reclusos han fallecido tras declararse un motín en la cárcel situada en Altamira, en el norte de Brasil.
El motín se originó cuando un grupo de presos entró en otro módulo de la prisión donde estaban ingresados miembros de una facción rival. Algunos de los reclusos murieron decapitados mientras que otros fallecieron por un incendio que fue provocado.
Algunos funcionarios han sido retenidos por los presos por lo que se han desplazado a la cárcel fuerzas especiales para intentar rescatar a los rehenes.
Fuentes gubernamentales no descartan que la cifra de muertos pueda aumentar.