La falta de médicos en determinadas especialidades se ha convertido en una noticia habitual en Baleares. La propia consellera de Salut, Patricia Gómez, señalaba este jueves en el Consejo Interterritorial de Salud celebrado en Madrid que la carencia de profesionales es el principal problema de la sanidad pública. El problema atañe principalmente a médicos y a profesionales de la enfermería.
Las informaciones en esta misma línea son recurrentes. Durante los últimos días, el foco ha recaído sobre la falta de especialistas en pediatría. El caso más grave lo denunciaba el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) en relación a la situación que sufre el Hospital de Manacor donde las guardias de Pediatria son cubiertas desde urgencias o desde los propios paritorios. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) se sumaba al debate este viernes al señalar que el 50 por ciento de las plazas de Pediatría de atención primaria en Baleares son cubiertas por médicos de familia o por otro tipo de especialistas.
La Conselleria de Salut realiza actualmente exámenes para cubrir 175 plazas vacantes en áreas de pediatría, puericultura y atención primaria, un concurso oposición al que se han presentado 108 personas, un número por debajo de las plazas ofertadas.
Es un escenario preocupante que merece un debate acerca de las causas que han provocado esta situación. Los profesionales apuntan a la falta de incentivos para atraer talento a las Islas, la carestía de la vida en esta comunidad y la generalización de una precariedad laboral que afecta al sector. Otros destacan también la exigencia del catalán en la sanidad pública como elemento que no ayuda a promover la llegada de especialistas del exterior.
Los profesionales reclaman plazas atractivas, posibilidades de conciliación familiar, ampliar convocatorias o retrasar edades de jubilación de forma voluntaria, entre otras propuestas. Sea como fuere, las administraciones deben desarrollar todos los esfuerzos para invertir esta situación. Los ciudadanos deben estar atendidos por quienes están formados para hacerlo. Se trata de un servicio básico de nuestra sociedad del bienestar que debe reunir los máximos estándares de calidad.