Comienza un nuevo año y con él nuevos proyectos, nuevas metas, nuevos objetivos e ilusiones. Nuestra vida es cíclica y cada comienzo de ciclo de ciclo aprovechamos para poner en orden las cosas y para proponernos mejorar aquello que falla. Adelgazar, ir al gym, estudiar, etc. Cada cual lo suyo, es momento de plantearnos ponernos en marcha para conseguir alcanzar un reto. Realmente no hacen falta excusas, porque cualquier momento ha de ser bueno para abandonar nuestra zona de confort y ponernos a caminar.
Espero no parecer un coach, nada más lejos de mi intención, pero con los años -y yo ya voy por los 44-, uno aprende que es mejor caminar sin detenerse antes que correr y que es vital tener buenos compañeros de viaje. Soy de los que prefiero caminar solo antes que con mala compañía y debo reconocer que soy afortunado en ese aspecto. Tengo buenos amigos, aunque no muchos. Una familia que me quiere y me apoya, que siempre lo han hecho, en circunstancias muy difíciles a veces. La vida me sonríe y así no asustan los nuevos retos que vendrán.
Aprovecho para desearle, querido lector, un venturoso año 2018 en el que no falte la salud y el trabajo. Y los retos, cada cual que se ponga los suyos.