En la mañana de este sábado un accidente de tráfico ha causado cierta confusión y desasosiego en Palma. Las primeras informaciones apuntaron a que un conductor se había subido a la acera en la avenida Alexandre Rosselló, atropellando a cinco peatones que se encontraban esperando en una parada de autobús. Al trascender que el conductor del vehículo era de origen magrebí, cundió momentáneamente la alarma. A nadie se le escapa que dada la situación de alerta antiterrorista de nivel 4 decretada en todo el país, un simple accidente de tráfico como fue el caso, puede acabar pareciendo algo bastante más grave, lo que afortunadamente no venía al caso como rápidamente confirmó la Policía Local de Palma tras las primeras pesquisas.
Conviene en todo caso pedir prudencia y sobre todo responsabilidad. Lo sucedido en "La Madrugá" sevillana, donde un grupo de desaprensivos causó el pánico entre la muchedumbre -actuación que les ha llevado a ser detenidos por la Policía acusados de alteración del orden público- demuestra que es fácil que en determinadas circunstancias cunda el miedo y se produzcan estampidas y situaciones de pánico. Las imágenes del día de ayer en una estación de tren de Nueva York corroboran lo fácil que es que estas cosas sucedan en una coyuntura de alerta como la actual.
Como bien afirma la delegada del Gobierno, María Salom, la ciudadanía percibe que Balears es un lugar seguro. Por ello conviene actuar con calma, serenidad y sangre fría, y no dejarse llevar por los nervios cuando se produzca una situación fuera de lo normal como la vivida ayer en Palma.