Por una vez voy a coincidir con la muchachada de Podem. Efectivamente, Francina Armengol ha cerrado en falso la crisis provocada por el 'caso contratos'. Me reconforta saber que además de Jarabo y Camargo coincide conmigo una buena parte de la sociedad. Menos mal.
Y es que no se puede dar por cerrada la crisis cuando los socialistas se han puesto a escudriñar todos los contratos menores adjudicados por las consellerias de Més y los de Més investigan al mismo tiempo los contratos menores de las consellerias del PSOE. Sumen al PP que los va a investigar todos. Tienen mucho trabajo y pocas manos para revisarlos porque esta semana hemos sabido que en su conjunto el Govern ha firmado 3.588 contratos de este tipo -sin concurso- en 21 meses.
Para acabar de calentar el clima, no pierdan de vista que la herida del hachazo que le ha metido Armengol a Barceló quitándole Transparència tardará mucho en supurar. Hay mal rollo y seguirá. Y es la segunda herida porque en Més cada vez son más los que están convencidos de que las filtraciones a los medios sobre la existencia de los contratos han salido de la bancada socialista. ¿Habrá venganza?
A todo esto, la parte socialista del Govern sigue adelante -o lo intenta-. Solo espera en sacar las sillas a la calle y esperar. Esperar a que la policía judicial vuelva a alguna de las consellerias de Més o a la delegación de Urbanisme de Cort. Puede que también pogan sillas frente a los juzgados por si hay que ir a ver como alguien es citado a declarar.
Llama la atención que la crisis más seria de este Govern no tenga como actor principal a Podem. Muy callados, por cierto, ante el 'caso contratos'.
Ante todo este panorama, uno no puede dejar de pensar que en las sedes de todos los partidos ya empiezan a ver esta crisis en 'clave 2019'.