La entidad antiabortista y ultracatólica, Hazte Oír, ha lanzado una iniciativa que ha generado una intensa polémica. Como forma de combatir una campaña de Chrysallis Euskal Herria, Asociación de Familias de Menores Transexuales, han puesto en marcha una campaña con un autobús con unas afirmaciones que a todas luces constituyen, además de una auténtica falsedad ya que niega la existencia de personas transexuales, una incitación al odio hacia este colectivo.
Por este motivo, la Policía Local del Ayuntamiento de Madrid procedió ayer a inmovilizar el polémico autocar, además de poner los hechos en conocimiento de la Fiscalía. La práctica unanimidad de las fuerzas políticas con representación en la Asamblea de Madrid, incluyendo al Partido Popular de Cristina Cifuentes, han condenado duramente la iniciativa de Hazte Oír.
Es absolutamente inadmisible y bochornoso que esta entidad radical siembre, con los mensajes que difunde con su autobús, un mensaje en contra del colectivo de transexuales, negando su misma existencia y atribuyendo su conducta a un capricho al que no hay que plegarse. Hazte oír debe respetar a todo el mundo y por más que no comparta la forma de conducirse de otras personas, en ningún caso puede propalar mensajes que les humillen o que inciten al odio, aún menos declarándose católicos.
El respeto a los demás es la base de cualquier Estado de Derecho y aunque la libertad de expresión es un derecho fundamental, no es un derecho absoluto como ninguno lo es. De modo que nadie puede ofender a otros ni lanzar mensajes humillantes o vejatorios amparándose en la libertad de expresión. Que hay niños con vulva, como hay niñas con pene, es una obviedad que la ciencia ya no discute y que esos niños no merecen su criminalización o su negación como ha hecho Hazte Oír, es otra obviedad que obliga a la Fiscalía y a las Autoridades a tomar cartas en el asunto ante un episodio de extrema gravedad.