Por su parte, la concejala de Bienestar y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Palma, Mercè Borràs, ha señalado que el Consistorio tenía activados todos sus protocolos y estaba en contacto con otros organismos para atender a la mujer fallecida en el barrio Verge de Lluc y junto a cuyo cadáver llevaban viviendo varios días sus tres hijos pequeños.
En rueda de prensa, la regidora ha aseverado que no ha sido una situación de "abandono" sino que se trataba de una familia inmigrante "sumamente aislada" y la mujer, con problemas de salud, "no se dejaba ayudar fácilmente", por lo que presentaban un "alto riesgo" de vulnerabilidad.
"Se atendían sus necesidades y se había pedido colaboración al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (Imas), los dispositivos pertinentes estaban en marcha desde hacía días", ha recalcado la edil, quien ha manifestado que "saltaron las alarmas" cuando se detectó que los hijos llevaban unos diez días sin ir a la escuela. "Todo el mundo estaba implicado", ha insistido.
La concejala ha incidido en que se trataba de una situación de "aislamiento social" que provoca que aumente su vulnerabilidad y en la que se volcaron los servicios sociales, la Policía Tutor, la propia escuela y los servicios de menores. "Se pusieron en marcha todos los protocolos pero la situación se desbordó", ha sentenciado.