Si las ventanas con celosías son un signo tradicional de Mallorca, bien sea en madera o en cualquier otro material que aguante mejor las inclemencias meteorológicas, el viral nos muestra un elemento que amplía su mallorquinidad: una bandera simétricamente colocada sobre las celosías verdes.
Y podría ser éste el único signo de mallorquinidad, ya que al parecer las contraventanas mallorquinas tienen su origen en las persianas de origen francés persienne y, éstas vendrían de Persia, desde donde se empezaron a exportar por primera vez en el siglo XVIII.
Eso sí, el modelo mallorquín se caracteriza por ser generalmente de madera y por sus lamas que permiten pasar la brisa y algo de luz.