El Mallorca debe restañar las heridas

La victoria a domicilio del RCD Mallorca ante la S.D. Ponferradina indica un cambio de tendencia sustancial en el equipo. Sin que aún sea posible echar las campanas al vuelo –oír hablar de playoff como hizo durante su presentación uno de los nuevos fichajes, Alfredo Ortuño, cuando se ocupa el puesto décimo sexto de la clasificación, se antoja optimista en exceso– se puede afirmar que los cambios introducidos por Fernando Vázquez en el juego de los bermellones y sobre todo en su actitud en el terreno de juego, han sido buenos. Dos victorias consecutivas con sus seis puntos correspondientes así lo acreditan. A fin de cuentas esto es lo verdaderamente importante.

El RCD Mallorca debe dedicar algunos esfuerzos en reconciliarse con la sociedad y con la afición mallorquinista

Si los resultados acompañan y esperemos que la buena racha se consolide en los próximos encuentros –el próximo domingo recibe en Son Moix al colista, el Bilbao Athletic, lo que supone una ocasión de oro para volver a puntuar–, el RCD Mallorca debe dedicar algunos esfuerzos en reconciliarse con la sociedad y con la afición mallorquinista, a la que tanto ha defraudado en los últimos tiempos. Es hora de pasar página, de olvidar los malos momentos y de volver a disfrutar con un equipo que parece despertar por momentos.