www.mallorcadiario.com

Ciberpolítica en las sesiones parlamentarias

viernes 08 de febrero de 2013, 09:08h

Escucha la noticia

GEMA MUÑOZ. Las redes sociales se han convertido en una potente arma de información y de adoctrinamiento político.

 El fuerte impacto que está causando Twitter o Facebook en  el ámbito social, económico y cultural de la sociedad es evidente. Su llegada está provocando cambios en el sistema educativo, en las dinámicas del mercado laboral, cultural, social; en resumen se reconfigura a cada minuto la manera de consumir y transmitir información, sería ingenuo pensar que nuestros políticos permanecerían inalterables a esta avalancha.

Noticias y escándalos nos han sorprendido a golpe de tuit, imágenes de los parlamentarios tuiteando o navegando por la red nos ha dejado sin habla, con una pregunta en el aire que late constante ¿realmente los políticos están trabajando en beneficio de la sociedad  o pagamos unos impuestos, que a la vez cubren sus sueldos para que ellos se “distraigan” mientras se debaten temas importantes?.

En días pasados partidos de izquierda en el parlamento francés han propuesto modificar el reglamento de su hemiciclo para prohibir el uso de las redes sociales durante las sesiones parlamentarias por considerarlo irrespetuoso además de considerar que provoca falta de concentración.

A diferencia de España, en Francia ya han vivido el “tuit debate”, una sesión paralela virtual en donde incluso algún miembro de la cámara se ha levantado para protestar por un tuit de otro parlamentario.

De momento el presidente de la Asamblea Nacional, Claude Bartolone ha denegado la petición de esta prohibición, por considerar que “hoy en día las comunicaciones electrónicas son parte de la vida” además de no querer convertirse en un policía tecnológico.

Está claro que las redes sociales son útiles para motivar, impulsar e incentivar cambios, facilitan que personas sin voz transmitan su mensaje, aunque cabe puntualizar que  éste no siempre está libre de adoctrinamiento extremo.

Estudios han demostrado que los gobiernos y las instituciones públicas que tienen un perfil activo en las redes sociales, se perciben más positivas que aquellas que no los tienen.  No obstante,  la cuestión es hasta donde se debe llegar,  la inexistente y utópica “ ciber-etiqueta “ debería recordar a los políticos que al igual que cuando estaban en clase, también en el trabajo se debe prestar atención a lo que se hace,  aunque no se maneje maquinaria peligrosa, si se conduce la vida de miles de ciudadanos que han confiado en ellos, el futuro  de las personas que les han brindado su voto, se encuentra en sus manos y por supuesto es más importante que enviar un tuit.

Para el ciudadano de a pie, no es agradable observar en sus pantallas de televisión o tablets,  la imagen  de un  hemiciclo medio vacío porque los diputados no han acudido a la sesión del día  o ver como  se distraen googleando el último vídeo de Rihanna.

 

Las nuevas tecnologías, las redes sociales han cambiado la manera en que se informan y comunican las personas entre sí y también la forma en que los Gobiernos transmiten sus mensajes a la ciudadanía, pero como dice mi madre: señores, para todo hay un momento y lugar.

 

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios