XISCO CRUZ. En una situación compleja, en la que cada explicación suena a caja hueca, el Mallorca ha decidido hacerle un guiño a su entrenador. A pesar de que el equipo sigue apilando derrotas y que anda metido en las alcantarillas de la Liga, Serra Ferrer ha apostado por la continuidad del técnico amparado en la mejoría en juego y actitud del grupo. El ejecutivo de Sa Pobla ha abierto la puerta del vestuario y ha escuchado el mensaje de los futbolistas, que siguen creyendo en el modelo de Caparrós a pesar de la derrota ante el Málaga.
Así que el club, que tampoco anda para muchas filigranas financieras, ha optado por la paciencia por más que la medida suela ser impopular en este tipo de escenarios. El Mallorca advierte que el cambio de tendencia está al caer y que los dos próximos partidos, ante Real Sociedad y Osasuna, van a ser decisivos. Por eso lo ha fiado todo a la palabra de la plantilla y al calendario que viene, en el que todos los equipos de la zona baja desfilarán por Son Moix. La amenaza de la Segunda División sigue ahí, pero no es algo que le venga de nuevo al mallorquinismo.
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