Hace ya mucho tiempo que la izquierda perdió el Norte. Desde que comenzó la crisis económica, no da una. Su vieja fórmula ha quedado totalmente desbordada, al punto de que hoy en Europa la izquierda ha sido virtualmente arrasada.
Como quiera que tampoco sobren ideas en la derecha, se prepara un retorno progresista, empezando por Francia. Ayer, finalmente, François Hollande explicó un punto crítico sobre su política: ¿cómo financiar las políticas sociales que, dice, tienen que mantenerse en medio de la adversidad? Y la respuesta es aplicando impuestos del 75 por ciento de los ingresos sobre las rentas más altas.
Ustedes verán: o me equivoco, o Francia va a vivir una crisis de grandes dimensiones, con la emigración masiva de sus élites económicas. Suiza se está preparando para recibirlos.