Así manipulan los precios, pero aquí todos calladitos

La Comisión Nacionalde la Competenciaaplicó ayer una sanción de 54 millones de euros a las empresas navieras de las islas, por fijar los precios de forma unilateral, contraria al mercado y la competencia. Una parte de esa sanción no se va a poder cobrar porque algunas de las afectadas ya han cerrado definitivamente. Sin embargo, este asunto no debería pasar como un tema más, sino que merece algunas reflexiones muy serias.

Primero, ¿cómo se puede explicar que en 2012 se publiquen las sanciones por hechos ocurridos a partir de 2001? En el mundo comercial, simplemente es inadmisible un retraso así porque muchos afectados ya han podido desaparecer, severamente por los problemas.

Pero, segundo y mucho más importante: en un territorio insular en el que existe una teórica gran sensibilidad por la competitividad, por los precios de los productos que compramos, ¿cómo se puede explicar que nunca nadie haya dicho una palabra, que nunca nadie haya acusado a las navieras de cobrar precios prohibitivos? Hemos de recordar que las navieras, estas mismas navieras, son las que antes habían organizado un cártel con un sistema de compensación de precios, el cual había sido declarado ilegal por Bruselas. Por lo tanto, con esos antecedentes, con la sensibilidad que algunos dicen tener hacia la competitividad (para qué las empresas baleares han estado pagando durante tantos años una tasa ala Cámara de Comercio … y Navegación) ¿cómo nunca nadie se había percatado de algo así?

Recuerdo perfectamente al eminente Enrique Fuentes Quintana explicar que al mundo comercial español lo que le va es la cultura del estanco, con competencia limitada, propiedad de por vida, precios regulados y controlados y cero riesgo. Exactamente lo contrario de lo que deberíamos hacer.