Urdangarín debe sufrir la pena del telediario

Aún retumba en nuestros oídos aquella frase del Rey en su discurso de Navidad de que “todos somos iguales ante la justicia”, en clara alusión, pese a que luego lo negara, a su hasta entonces yerno favorito imputado en el ‘caso Nóos’, Iñaki Urdangarín.

La fecha de su declaración se acerca (25 de febrero) y la duda sigue siendo la misma: ¿hará el duque de Palma el paseíllo hasta los juzgados a pie o por el contrario recibirá un trato especial y podrá refugiarse en un coche?

Pese a lo dicho por el monarca, lo cierto es que la CasaRealquiere evitarle a Urdangarín la llamada pena del telediario alegando motivos de seguridad -lo cual hasta cierto punto es entendible- y para preservar su intimidad, lo que es totalmente inadmisible. ¿Se respetó acaso la intimidad de los numerosos políticos -en su mayoría del PP- imputados en casos de corrupción que tuvieron que hacer el paseíllo al juzgado bajo un aluvión de flashes?

No hay duda de que la imagen de Urdangarín en el juzgado será bochornosa para la Casa Real, cuyo prestigio se ha visto ya afectado por este escándalo, pero la mejor manera de demostrar que todos somos iguales ante la ley, que no hay ciudadanos de primera y de segunda, es haciendo que el duque reciba el mismo trato que el resto de imputados, eso sí, con más seguridad a su alrededor.