A los políticos les pierde la boca. Son muchas las ocasiones en las que desperdician la oportunidad de estar callados y sueltan la primera barbaridad que se les pasa por la cabeza, y claro se lía. Ahí está el primer ministro italiano a quien se le ocurrió decir que los jóvenes deben acostumbrarse a no tener trabajo fijo asegurando además que trabajar siempre en el mismo sitio resulta monótono. Viniendo de alguien que ha accedido al cargo sin mover un dedo, es decir, sin pasar por las urnas, y que tiene las lentejas aseguradas cada fin de mes en parte por su condición de senador vitalicio resulta ofensivo y por qué no, también monótono.
Tener un trabajo fijo no es un lujo, es algo esencial y necesario para lograr estabilidad lo que da pie a que uno se plantee comprar una casa, un coche, formar una familia, etc,. Sin puesto fijo, moviéndose de un empleo a otro con condiciones precarias, nadie se planteará hacer gastos más allá de lo que permita su sueldo. En definitiva que sin estabilidad laboral no hay estabilidad económica y mucho menos social.