El caso del puente del Riuet de Portocristo lleva camino de convertirse en un serial interminable. Tras años de lucha, los vecinos afectados consiguieron que el juez ordenara su derribo al entender que era ilegal y obligó al Ayuntamiento de Manacor a indemnizarles por la devaluación de sus viviendas y las molestias ocasionadas.
Pero hete aquí que el consistorio de Antoni Pastor está más tieso que la mojama y quiere sacar dinero de donde sea, así que está decidido a paralizar el pago de las compensaciones y para ello podría recurrir a la justicia.
El argumento del ayuntamiento es sencillo: los vecinos tenían derecho a recibir compensación económica porque el puente devaluaba el precio de la vivienda pero una vez que éste ha desparecido, pierden tal derecho.
De esta forma cuando parecía cerrado un capítulo lamentable del urbanismo de Mallorca, el ayuntamiento manacorí está dispuesto a batallar en los tribunales para conseguir que se obligue a los vecinos, que durante años han sufrido las molestias del puente, a devolver el dinero recibido.