Un empresario de Palma puso un anuncio de empleo en Infojobs el 14 de noviembre pasado. Pedía un auxiliar administrativo, con el grado medio correspondiente, para cumplir funciones acordes con ello. El salario ofrecido es de entre 12 y 18 mil euros anuales, según valía y el horario de trabajo, partido, acorde con lo que es habitual en el mundo comercial. El contrato es por seis meses y, pasado este periodo, indefinido.
Poco antes de las Navidades, o sea a 40 días de haber puesto la inserción en la red, me ví con el empresario, quien, sorprendido, me mostró el resultado de su pedido, hasta ese momento: 763 curriculum vitae recibidos, entre los cuales había 52 licenciados, de ellos 12 ingenieros. “Yo sabía que estábamos mal, pero esto me ha desbordado”.
Muy habitualmente vemos los desastres de la gestión pública, las inversiones sin sentido, el gasto sin norte. Lo que no solemos hacer es ponerle caras y ojos al sufrimiento que se deriva de estos disparates tan frecuentes. Pues bien: estos 763 desesperados buscadores de trabajo, sobre todo estos 52 licenciados que se conformarían con ser auxiliares administrativos, son los rostros que nos denuncian los despilfarros, las duplicidades del sector público, los coches oficiales hasta para ir la compra, la corrupción, los errores de gestión, las grandes decisiones sin el menor análisis. Aquello es el resultado de esto.