La Generalitatde Cataluña ha decidido hacer de su capa un sayo y de las leyes un papel mojado y cobrar, a partir del próximo año, un euro por receta a todo el que tenga la desgracia de ponerse enfermo.
He leído detenidamente las declaraciones efectuadas por el conseller de Economía y no he encontrado ni una palabra acerca de cómo se va a aplicar esta medida, porque, y lo más importante de todo, no estoy segura de que la Generalitat pueda poner en marcha un copago que va contra la necesaria cohesión del sistema sanitario, algo que así, a primera vista, parece totalmente ilegal, porque de aplicarse debería ser desde el Gobierno de la nación, aunque vistas las lagunas de otras leyes, tampoco quiero poner la mano en el fuego.
Por otra parte, ¿cómo se va a aplicar esta tasa? Y es que sólo los jubilados reciben las medicinas de forma gratuita, el resto aporta un porcentaje importante, por lo que es de suponer que se añadirá un euro a lo que se paga ahora.
¿Y qué pasa con los tratamientos crónicos? ¿Qué pasa con las personas que toman cinco y seis medicamentos? ¿Van a pagar cada vez 6 euros? Son incógnitas que me planteo y a las que no les encuentro respuesta, pero que ahí están, por lo que confío en el que el ministro o ministra de Sanidad del nuevo Gobierno responda de forma clara y rotunda.