Joan Mesquida, el actual secretario general de Turismo del ministerio de Industria (no confundir secretaría general, de un nivel relativamente bajo en el organigrama, con secretaría de Estado, que es el rango inmediatamente inferior al de ministro), ha declarado que en su opinión sería positivo que su sucesor fuera una persona de Baleares. Por educación y discreción no dijo explícitamente que lo suyo es que Miquel Ramis fuera su sucesor, pero es lo que viene a sugerir.
Comprendo perfectamente qué y por qué lo dice Mesquida. Y en buena medida lo comparto porque así, al menos en esta área, Baleares tendría influencia, que buena falta hace.
Pero, por otro lado, no lo comparto porque a mi entender, quien ocupe este cargo, independientemente de su origen, debe atender a las Baleares como lo que toca, como lo que son, un referente en turismo. No quiero aceptar esa lógica de que si tenemos un ministro, es nuestra oportunidad para conseguir dinero de esa cartera; no, creo que la política debería regirse por criterios más serios, más rigurosos, más objetivos que no hagan necesario tener un 'amigo' que barra para casa.
Por eso también pienso que Baleares podría tener un secretario de Estado de Carreteras, de Defensa, de Minería o de Cooperación Internacional. ¿Cuál es la razón para que no sea así?