Los trabajadores de la EMT, tan vilipendiados últimamente por los sueldos que cobran, los días de vacaciones que tienen y otros privilegios adquiridos con el consentimiento de los gobernantes de turno, han decidido tener un gesto solidario y donar el 100% del coste de sus cestas de navidad a una ONG para que lo reparta entre los comedores sociales de la isla.
Con ello quieren dar ejemplo y demostrar que no son ajenos al difícil momento por el que están atravesando muchos ciudadanos. Eso sí recuerdan que la entrega de la cesta de navidad se remonta a años atrás, cuando los usuarios iban en tranvía.
Pese a tratarse de un gesto de cara a la galería, más simbólico que efectivo, parece lógico que si los habitantes de Palma han de pagar más caro el billete de autobús y adaptarse al recorte de líneas y frecuencias, los trabajadores de la empresa pública también se aprieten el cinturón aunque sea de manera simbólica.