Esto de Europa está muy bien, pero no como experimento democrático. ¿Pinta algo el ciudadano allí? Más bien poco. Ya he comentado lo que significa que en Italia se echara a un presidente elegido en las urnas por otro que no era ni siquiera miembro del Congreso de los Diputados o del Senado. Pero ahora, como la crisis acecha, parece que dos personas, Merkel y Sarkozy, están haciendo un cambio del tratado de la Unión Europea, en el que nadie tiene nada que opinar, y que este viernes van a plantear a los otros 25 países de la Unión. Bien, en realidad lo van a plantear a los otros 15 integrados de la eurozona, puesto que quienes están fuera del euro hoy ya no pintan nada.
Tal vez esta sí sea la solución a la crisis, pero no es la solución al déficit democrático tremendo que tiene Europa. A ver si, al menos, ya que esto es despotismo, por lo menos que sea ilustrado.