El portavoz del PSM, Biel Barceló, intervino este martes en el Parlament y reivindicó que se siga aplicando y dotando de dinero la ley de Dependencia. Barceló criticaba unas declaraciones del presidente nacional del Partido Popular, que en la portada de El País decía que financiar esta ley no era viable. Como saben, esta es una ley que en lenguaje llano significa que el estado tiene que pagarle a los ciudadanos por el esfuerzo que hacen en cuidar a personas mayores que presenten algún tipo de necesidad especial. Es una ley que todo el mundo cree justa pero que nadie sabe cómo financiar. O lo que es lo mismo, nadie quiere encargarse de pagar el precio.
A mí me parece bien que el PSM haga esta pregunta e intente saber qué piensa el partido que gobierna, cosa que, por cierto, no logró saber. Y me parece bien que defienda esta ley y defienda que se mantenga. Después, con los demás partidos, nos explicarán cómo se financia y quién paga por ello. Pero es una opción política absolutamente válida.
Lo que no termino de entender es algo de lo que se ha hecho eco la prensa y que estaba en las palabras de Barceló: que esta ley es la que puede marcar un modelo de crecimiento económico de Baleares, no la construcción de parques temáticos. Esto me alarma. Barceló dijo que “estamos hablando de unos servicios que crean puestos de trabajo localizados, estables, sostenibles. Es por aquí por donde pensamos que se ha de crecer y no a costa de hacer parques temáticos”. Si esto fuera un desliz, tiene un pase. A cualquiera se le escapa una inexactitud. Pero el problema es que parece que esto se repite y que podría ser posible que, de verdad, Barceló concibiera una economía basada en el sector público. ¿Es posible que defienda un modelo en el que, por ejemplo, el Govern financie 50 mil puestos de trabajo para atender a personas de la tercera edad, porque esos son puestos de trabajo estables, de futuro, mientras no aceptamos inversiones turísticas? ¿Es posible que Barceló haya querido decir esto? ¿Concibe las cosas así? Si fuera así, el paro se acaba en un plis plas: se contratan a todos los parados para atender a los más necesitados y listo. Crecemos, acabamos con el paro, y tenemos puestos de trabajo sostenibles. Y no digamos si cerramos los hoteles, con lo que dejamos de depender de que vengan turistas, que siempre es una angustia.
Lo menos que se le puede exigir a un político con responsabilidades importantes es que tenga la capacidad de entender cómo funciona una economía, en la que es primario captar recursos ajenos, de fuera del sistema, para que crezca. Los servicios públicos se financian con recursos que salen de los ciudadanos con lo que a más gastamos, más pagamos y así, obviamente, no crecemos.
Debe de haber un error. No puede existir un político que tenga estos fallos, estas carencias. Si fuera así... No, no puede ser.